viernes, agosto 05, 2005

NOVELAS CORTAS / DRUGO

DÍA INCIERTO Y SOLUBLE Hoy es martes, tan soleado como una mañana de primavera pero un frió capaz de congelar un polo nevado. Con la clase de historia encima y un par de kilos menos; ¡ah! y los labios de mi compañera de al lado humedecidos por el roce suave de su lengua y una serie de palabras que solo son bisbiseadas por el extremo norte de mis ojos. El tema es a mi entender algo relacionado con Francia…..no sé, es cómo; no tengo idea. Sólo sé que ahí esta la luz de mi sendero apagado. Que triste en verdad saber que la tuve y ahora ya no me pertenece: “de otro, será de otro” como de otro serán sus labios y sus suaves manos de suspiro. Que incierto se torna este sentir, trato de darme razón y mi solo ser se ensaña con mi alma. Es como una guerra entre dos entes diferentes; uno busca la solución pacífica mediante el dialogo; el otro sólo obedece órdenes del alto mando cerebral que con su gran masa militar recorre cada escondrijo del campo de batalla que se encuentra infestado de pacifistas sentimentales…lo raro es que no hay guerra, nadie hace nada. Es como cuando un enamorado espera frente al altar con su traje negro, un moño cursi y unos zapatos que reflejan desde su perspectiva el temor del condenado. En ese momento, una gota de agonía se estrella en contra del lustre del calzado malformando la imagen que ahora es como el más espeluznante monstruo de la película más aterradora, en la que una princesa trata de huir pero el temor le hace tropezar y pasmada, casi en estado vegetal, es alcanzada por tan espeluznante imagen…en ese instante asustada, bajo un colchón húmedo se oculta una niña de once años que teme a su primer día de clases, teme a un padre que golpea y una madre prostituta, y sin embargo, está ahí absorbiendo con su pijama lo que es frío y mal oliente que se comienza a tornar agrio, y ella no hace nada. Comienza a pensar que por la mañana sus padres estarán fornicando en el sillón mientras ella toma la caja de kornflakes y se sirve en un plato sucio del día anterior, y dirá con la mirada lo que sus labios guardan tan celosamente. Los quiero. Al salir de esa, que más que casa es un cuarto de no menos de tres por tres metros, con un aroma a sexo rancio miró hacia atrás con esa mirada que recorre pasado y presente y teme mirar a futuro. Toma su morral de la parte baja que a su vez se atora con la falda rasgada por la silla del comedor y se perfila a la sociedad. Sociedad que juzga, que dicta reglas que romperá, que comienza conflictos, guerrillas, huelgas, liturgias y porque no conciertos urbanos. Esa sociedad que se juzga del desarrollo pero a su vez se habla por Internet se dicen: hola, hello, her, arigato, hig y no sé que tanta estupidez más; pero lo hacen y peor aún, somos victimas del verdugo del hombre. ¿Por qué?- Me dice un niño con la ropa harapienta, un pan duro, el cabello y caras sucias y un hueco oscuro entre sus dientes. Y yo le contesto – No lo se.- quedo cayado con la garganta desgarrada; como si un gran trago de Coca-Cola con el gas agitado en mi interior me impidiera decir más y el ardor jalara desde adentro mis ojos y como tratando de huir mis lagrimas se escurrieran por mi rostro. En ese momento caigo muerto, con mi mochila, el martes con el sol que quemaba ya pasadas las doce, con una bala en medio de la guerra del golfo, cuatro clases más y en mi mano derecha un vaso de café soluble derramado en la acera, triste café soluble. www.mdrugo@hotmail.com

1 Comments:

At lunes, agosto 29, 2005 7:44:00 p.m., Anonymous Anónimo said...

No manches mau esta super cool lo que escribiste es muy profundo me encanto la verdad,bueno me despido bye!!!

PD:Q paso con las fotos

 

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